Las fronteras las dividen pero la realidad las une
¿Cómo lograr una cooperación transfronteriza que impulse un desarrollo sostenible e inclusivo?
Las fronteras políticas dividen ecosistemas, etnias, pueblos indígenas, y economías. Las zonas transfronterizas están al centro de la vulnerabilidad y marginalización del desarrollo sostenible, alejadas de los polos de desarrollo y compartiendo vulnerabilidades y oportunidades con zonas limítrofes a través de fronteras. Consecuentemente, requieren un modelo de cooperación multi-pais y multi-actor. Este fue el tema de análisis en un encuentro realizado en forma paralela al Foro de Desarrollo Sostenible de América Latina y el Caribe, el 7 y 8 de marzo.
La cooperación transfronteriza es una oportunidad para optimizar los recursos y maximizar el impacto estratégico de las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas, tanto como otros actores claves de desarrollo, para acelerar la Agenda 2030 en estas zonas, sin dejar a nadie atrás.
En el encuentro se compartieron iniciativas de cooperación transfronteriza en la región, intercambiando experiencias con grupos subregionales sobre enfoques coordinados, desafíos comunes y oportunidades para mejorar la colaboración transfronteriza de la ONU junto con sus socios estratégicos.
El Gran Chaco Americano
Desde 2020, las Oficinas de los Coordinadores Residentes de la ONU (UNRC) en Argentina, Bolivia y Paraguay trabajando junto a sus Equipos de País de la ONU (UNCT), y en colaboración con autoridades y otros socios locales, para garantizar un enfoque multinacional coordinado y coherente para el Gran Chaco Americano. La región del Gran Chaco representa un ecosistema complejo, que como frontera climática, traspasa fronteras políticas con una importante presencia de pueblos indígenas y otras poblaciones vulnerables. El Gran Chaco es el segundo bosque seco más grande en el mundo y cubre aproximadamente 1.100.000 km2 de América del Sur y alberga a más de 9 millones de personas.
Aunque tiene una gran riqueza cultural, de recursos y ambiental, el Gran Chaco se caracteriza por paisajes extremos, importantes retos de desarrollo y poca visibilidad, donde las personas más vulnerables son frecuentemente rezagadas en las estadísticas. A lo largo de esta cooperación transfronteriza, se han documentado desafíos claves para lograr los ODS, principalmente relacionados con el cambio climático y competencia entre diferentes modelos de Desarrollo. Este esfuerzo transfronterizo conjunto busca maximizar el valor agregado de la ONU, y movilizar y optimizar recursos con socios estratégicos para un impacto sostenible.
Amazonia
La Amazonia alberga alrededor de la mitad de la biodiversidad del planeta y es un importante proveedor de bienes y servicios de ecosistemas, por lo que es fundamental para el clima y el funcionamiento de los ecosistemas a nivel local, regional y mundial. La región tiene alrededor de 35 millones de personas, incluidos 385 pueblos indígenas, y varios grupos en situación de aislamiento voluntario. El río Amazonas proporciona alrededor del 15% de toda el agua dulce en el mundo. La cuenca amazónica es un área de inmensa diversidad socioambiental de importancia mundial. Abarca una superficie de 7,8 millones de km2 y ocho países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
A pesar de ser una región de vital importancia regional y global, la Amazonia enfrenta retos significativos de desarrollo. El bioma amazónico, reconocido por albergar ecosistemas estratégicos para los países de la región y el rol que juega en materia climática a nivel global, es sujeto constante de presiones por la deforestación y los impactos del cambio climático. Sus zonas fronterizas, aisladas y de difícil acceso sirven en ocasión de corredores para diversas economías ilícitas. Adicionalmente, la región sufrió el impacto desproporcionado de la pandemia con altas tasas de contagio y mortalidad debido brechas de acceso a servicios de salud, agua y saneamiento, educación, y seguridad alimentaria que viven las comunidades de la zona, en particular sus pueblos indígenas. Los gobiernos que comparten la región han empezado a tomar medidas para abordar estos desafíos, pero la presencia efectiva del estado en la región sigue siendo precaria.
En 2020, los Coordinadores Residentes de Perú, Brasil y Colombia buscaron establecer un trabajo coordinado para complementar los efectos gubernamentales por enfrentar los efectos de la pandemia en la región. Con base en un diagnóstico conjunto, se diseñó un plan de acción que cubriera las principales necesidades de salud, protección, agua y saneamiento, seguridad alimentaria, y educación de las comunidades más afectadas. Aunque esta experiencia ha tenido resultados bastante heterogéneos en los tres países involucrados, este punto de partida, combinado con otros abordajes emergentes en los países, puede servir para ampliar a un trabajo integral del Sistema de Naciones Unidas (SNU) que enfrente las diferentes dimensiones del desarrollo. Un esfuerzo transfronterizo conjunto que responda a las necesidades de desarrollo sostenible de toda Amazonia podría maximizar el valor agregado de la ONU.
Centroamérica
Desde 2015, en la subregión de Centroamérica, las y los Coordinadores Residentes han desarrollado una coordinación conjunta respecto de las diferentes problemáticas y crisis que la subregión que le son comunes y que, lamentablemente, ha enfrentado en los últimos años. Los esfuerzos conjuntos se han centrado en primer lugar entre El Salvador, Honduras y Guatemala, respecto del impacto de la violencia en la subregión, así como la respuesta a la crisis migratoria, de desplazamiento forzado, asilo, deportaciones y retornos, así como la violencia contra las mujeres y niñas, los retos de gobernabilidad democrática y en dicho marco y más recientemente al Plan de Desarrollo Integral, PDI.
Actualmente el espacio de coordinación se ha visto ampliado para incluir a las y los Coordinadores Residentes de México, Costa Rica y Panamá, en virtud de otras problemáticas que le son comunes como la adecuación al cambio climático, preparación y gestión de desastres, la pandemia del COVID19, el crecimiento y el desarrollo sostenible.
Los retos para la subregión de Centroamérica son crecientes y demanda cada vez más mayor coordinación y acción sinérgica y, en donde sea posible, conjunta, que permita apoyar de forma integral a los países, contribuyendo a una cada vez mayor acción coordinada y sinérgica del Sistema de las Naciones Unidas, permitiendo una mayor y mejor trabajo conjunto entre las agencias, fondos y programas.
Agenda
Moderador: Mario Samaja, Coordinador Residente, Naciones Unidas Paraguay
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Introducción: Roberto Valent, Director, UN Oficina de Coordinación del Desarrollo (UN DCO), América Latina y el Caribe
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Gran Chaco Americano - Susana Sottoli, Coordinadora Residente, Naciones Unidas Bolivia
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Amazonia - Silvia Rucks del Bo, Coordinadora Residente, Naciones Unidas Brasil
- Centroamérica – Alice Shackleford, Coordinadora Residente, Naciones Unidas Honduras
Preguntas guía:
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1) ¿Cuáles son los desafíos, las oportunidades, las lecciones aprendidas y el valor agregado de programas transfronterizos de Naciones Unidas en estos casos sub-regionales?
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2) ¿Qué socios son estratégicos y qué pueden aportar las alianzas claves con las Naciones Unidas para impulsar este trabajo transfronterizo en el Gran Chaco Americano, Amazonia, o Centroamérica para fomentar un desarrollo sostenible e inclusivo?
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3) ¿Cómo pueden las políticas públicas y la inversión público-privada fomentar la cooperación transfronteriza para conducir a la innovación y el desarrollo sostenible a nivel regional, sin dejar a nadie atrás?
Contactos para esta iniciativa:
En Paraguay: Sara Castro Hallgren, Sara.CastroHallgren@un.org;
En Bolivia: Ignacio Trabadela, ignacio.trabadela@un.org;
En Argentina: Jessica Braver, jessica.braver@un.org;
En Brasil: Haroldo Machado Filho, Haroldo.MachadoFilho@un.org;
En Honduras: Juan Munevar: Juan.Munevar@one.un.org
El conversatorio completo puede ser visto y escuchado en el siguiente enlace: