Cuando la unión hace la diferencia
La campaña de los 16 días de activismo cumple treinta años. En Paraguay cada vez son más las mujeres que se adhieren a la causa para erradicar la violencia.
El color naranja se utiliza para representar un futuro más brillante, libre de violencia contra las mujeres y las niñas, como un tema unificador que recorre todas las actividades globales de la Campaña ÚNITE del Secretario General de las Naciones Unidas, en adhesión a los 16 días de activismo.
"Por esa razón, para mirar a un futuro más promisorio para las mujeres y las niñas, hemos invitado a destacadas mujeres de nuestro país que están siendo protagonistas de grandes cambios", señaló el señor Mario Samaja, al abrir la sesión de diálogo protagonizado por cuatro destacadas ministras de Paraguay al que asistieron autoridades y funcionarios del Estado, representantes de la cooperación internacional y embajadores del Cuerpo Diplomático.
"Es un gran honor para mí darles la bienvenida a esta jornada de reflexión vinculada al Día Internacional para erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, con la que iniciamos 16 días de activismo contra la violencia de género hasta el día de los derechos humanos, el 10 de diciembre de 2021. La fecha tiene un alto simbolismo, ya que está asociada con un acontecimiento de extrema violencia contra tres mujeres que en su momento causó una gran conmoción internacional", dijo Mario Samaja.
"El 25 de noviembre recuerda el triste aniversario de la muerte de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal que fueron apaleadas hasta morir durante el régimen de Rafael Trujillo, en República Dominicana, el 25 de noviembre de 1960", agregó el representante de la ONU en Paraguay al dar la bienvenida a las ministras. También transmitió el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en el que se exhorta a los países a tomar medidas de prevención y de protección a las víctimas de violencia.
Celina Esther Lezcano, ministra de la mujer, señaló: Cada caso es una situación distinta y necesita de una atención especial. Por eso contamos con un equipo multidisciplinario. Somos muy sensibles ante esta problemática"
"Lorena Segovia, ministra de la defensa pública habló de fortalecer las redes que atienden los casos de violencia, a fin de que la mujer que toma la decisión de hacer una denuncia por violencia, tenga un respaldo del sistema de protección y que no ocurra lo contrario, que vuelva a sufrir a causa del sistema", lo que los grupos de mujeres denominan el fenómeno de "revictimización".
Por su parte, la ministra de la niñez y la adolescencia Teresa Martínez, se refirió a los estudios que había realizado su ministerio sobre los casos de violencia contra los niños y las niñas: "Estos estudios denotan que realmente tenemos una sociedad violenta. Esto es algo que debemos cambiar", dijo la ministra.
"Es preciso que no nos limitemos al campo judicial, señaló Carolina Llanes, ministra de la Corte Suprema de Justicia, "no se trata de combatir la violencia con más violencia y la justicia penal solo va a poder resolver una situación concreta. Esto no elimina el problemas que sigue una vez culminado el proceso penal".
La ministra Lorena Segovia aseguró que "erradicar la violencia debía ser un compromiso personal de hombres y mujeres el sectores de poder. No puede limitarse a las instituciones. Debe haber una decisión política de las autoridades y la adopción de posturas concretas contra la violencia. Esto hace que el ejemplo cunda y que las personas vayan abriendo sus ojos"
Los 16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres y las niñas forman parte de una campaña internacional que se organiza cada año y que este año cumple tres décadas.
La campaña comienza el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y termina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Fue ideada por activistas del primer Instituto de Liderazgo Global de Mujeres en 1991.
Desde sus inicios en 1991, se han adherido más de 6000 organizaciones en aproximadamente 187 países y hasta la fecha se calcula que ha llegado a 300 millones de personas. Sigue siendo coordinada por el Centro para el Liderazgo Global de la Mujer (CWGL) y es utilizada como una estrategia de organización por individuos, instituciones y organizaciones de todo el mundo para abogar por la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas.
La campaña apunta a un futuro más brillante
• Amplificar las historias de éxito que demuestran que la violencia contra las mujeres y las niñas se puede prevenir, mostrando estrategias e intervenciones eficaces para inspirar a todos los actores a fin de que amplíen las soluciones que dan resultado.
• Promover el liderazgo de las mujeres y las niñas en su diversidad y su participación significativa en la formulación de políticas y la toma de decisiones desde la escala mundial hasta las escalas locales.
• Involucrar a los aliados comprometidos del Foro Generación Igualdad en su país o región para colaborar en la implementación de nuevos y valientes compromisos y propiciar acciones adicionales para lograr avances en el Plan de la Coalición para la Acción sobre la violencia de género.
La violencia post-pandemia
Según las últimas estimaciones, casi 1 de cada 3 mujeres de 15 años o más, en todo el mundo, ha sido objeto de violencia física o sexual, al menos una vez en su vida, lo que indica que los niveles de violencia contra las mujeres y las niñas se han mantenido prácticamente sin cambios en la última década. 2 Estas cifras no reflejan aún el impacto de la pandemia de COVID-19 y serían aún mayores si incluyeran otros elementos como el acoso sexual, la violencia en contextos digitales, las prácticas nocivas y la explotación sexual.
La pandemia del COVID-19 ha exacerbado todos los factores de riesgo de la violencia contra las niñas, incluidos el desempleo y la pobreza, y ha exacerbado muchas de las causas fundamentales, así como los estereotipos de género y las normas sociales perjudiciales.
Se cree que 11 millones de niñas podrían desertar de la escuela debido a COVID-19, lo que aumentaría su riesgo contraer matrimonio a edad temprana. 3 Es muy posible que las consecuencias económicas empujen a 47 millones más de mujeres y niñas a la pobreza extrema en 2021,4 revirtiendo décadas de progreso y perpetuando las desigualdades estructurales que refuerzan la violencia contra las mujeres y las niñas.
Los datos de una reciente evaluación mundial rápida sobre el impacto de la COVID-19 en la violencia contra la mujer realizada ONU Mujeres, confirman un aumento de la violencia como resultado de la COVID-19 en Camerún, Kenia, Tailandia y Ucrania. Pronto habrá más datos disponibles para 9 países más.
Información adicional sobre la violencia hacia las mujeres y las niñas
Según las últimas estimaciones, casi 1 de cada 3 mujeres de 15 años o más, en todo el mundo, ha sido objeto de violencia física o sexual, al menos una vez en su vida, lo que indica que los niveles de violencia contra las mujeres y las niñas se han mantenido prácticamente sin cambios en la última década. 2 Estas cifras no reflejan aún el impacto de la pandemia de COVID-19 y serían aún mayores si incluyeran otros elementos como el acoso sexual, la violencia en contextos digitales, las prácticas nocivas y la explotación sexual.
La pandemia del COVID-19 ha exacerbado todos los factores de riesgo de la violencia contra las niñas, incluidos el desempleo y la pobreza, y ha exacerbado muchas de las causas fundamentales, así como los estereotipos de género y las normas sociales perjudiciales.
Se estima que 11 millones de niñas podrían desertar de la escuela debido a COVID-19, lo que aumentaría su riesgo contraer matrimonio a edad temprana. 3 Es muy posible que las consecuencias económicas empujen a 47 millones más de mujeres y niñas a la pobreza extrema en 2021,4 revirtiendo décadas de progreso y perpetuando las desigualdades estructurales que refuerzan la violencia contra las mujeres y las niñas.
Los datos de una reciente evaluación mundial rápida sobre el impacto de la COVID-19 en la violencia contra la mujer realizada ONU Mujeres, confirman un aumento de la violencia como resultado de la COVID-19 en Camerún, Kenia, Tailandia y Ucrania. Pronto habrá más datos disponibles para 9 países más. 5
El contexto mundial de conflictos violentos y crisis humanitarias, incluidos los desastres relacionados con el clima, está afectando a más personas que nunca, con un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas, perpetuando todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
A raíz del terremoto en Haití en agosto de este año, el 53,6% de las mujeres ya han encontrado dificultades para acceder a los servicios de salud, mientras que la falta de vivienda y refugio es percibida por el 83% como un factor de inseguridad y mayor riesgo de violencia. 6 La compleja situación actual en el Afganistán ha dado lugar a un desprecio por los logros obtenidos en materia de derechos de la mujer. 7
Si bien las formas y los contextos pueden diferir según las ubicaciones geográficas, las mujeres y las niñas experimentan universalmente diferentes formas de violencia en entornos públicos y privados, en contextos de paz y en contextos de conflicto, así como en entornos humanitarios o de crisis. Las mujeres más marginadas, incluidas las mujeres con discapacidad, las refugiadas o las mujeres indígenas, entre otras, corren un riesgo desproporcionado y enfrentan mayores barreras para acceder a los servicios y la justicia.
La pandemia de COVID-19 demostró que el mundo no estaba preparado para responder a la rápida escalada de todas las formas de violencia contra las niñas. Si queremos garantizar que ninguna mujer o niña se quede atrás, necesitamos enfoques integrales e inclusivos que puedan adaptarse a contextos que cambian rápidamente, previniendo y respondiendo a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Datos de violencia en el Paraguay
La violencia hacia las mujeres está naturalizada en el Paraguay. Más de la mitad de las mujeres (51%) informó haber sido víctima o conocer a alguien que fue víctima de violencia (incluida violencia física, la negación de necesidades básicas, hostigamiento sexual, restricciones o abuso verbal)
La percepción de la violencia también es importante. 63% de las mujeres dijo que pensaba que la violencia es un problema, y parece ser más un problema urbano (42%) que rural donde 56% de las mujeres opinó que no existía un problema de violencia o uno muy pequeño.
Las mujeres con ingresos propios y las solteras percibieron la violencia son más propensas a reconocer la violencia, así como aquella que habían percibido una reducción de sus ingresos en el año pasado (74%)
Un tercio de las mujeres opinó que la violencia física, el abuso y el hostigamiento hacia las mujeres habían aumentado desde los inicios de la pandemia.
(cifras de un estudio sobre género sobre el impacto de la pandemia en el bienestar y la seguridad de las mujeres en Paraguay)
Otros datos:
- El abuso sexual sigue siendo muy prevalente, especialmente en poblaciones más pobres, rurales e indígenas. Un promedio de 8 casos diarios son recibidos por la Fiscalía.
- En términos de Embarazo en niñas y adolescentes: 2 partos por día de niñas de 10 a 14 años; 2 partos por hora de adolescentes de 15 a 19 años. Son el 16,5% de los nacimientos registrados en 2017.
- Uniones tempranas y forzadas: en 2017, 16.589 personas de 13 a 17 años (en su mayoría niñas y adolescentes) reportaron estar unidas o casadas
- Explotación sexual y trata de personas: solo en el año 2020 se asistió a 183 víctimas de trata interna e internacional. 141 de estas víctimas son niñas, niños y adolescentes de ambos sexos.
- El Criadazgo afectó a casi 47mil niños de 5 a 17 años en 2011, lo que en ese momento representaba el 2.5% del total de niños, niñas y jóvenes en el país
- Feminicidios (la peor forma de violencia contra las mujeres y niñas)
Datos del Observatorio de la Mujer del Ministerio de la Mujer:
- Feminicidios (de enero a octubre 2021): 24*
- Feminicidios en calidad de tentativa (de enero a octubre 2021): 17
- Feminicidios en el extranjero (de enero a octubre 2021): 4
*El promedio de ocurrencia es de cada 12 días. El número de hijos e hijas en situación de orfandad, como consecuencia del flagelo social incluidos mayores de edad llegan a 40 víctimas colaterales o secundarias hasta el mes de octubre de este año.
Instrumentos de una preocupación recogida en el ámbito regional
Es importante reconocer y referenciar el marco regional normativo sobre los derechos de las mujeres y niñas en particular:
- Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de Belem do Para”,
- Acuerdos contenidos en el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo,
- Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030,
- Llamado a la acción del Panel de Alto Nivel sobre Empoderamiento Económico de las Mujeres del Secretario General de las Naciones Unidas,
- Declaración Regional de Panamá previa al 61º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW61),
- Declaración Regional de Santo Domingo previa al 62º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW62),
- Declaración Regional de Buenos Aires previa al 63º periodo de la CSW63,
- Declaración Especial sobre la Promoción de la Igualdad y Equidad de Género y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Aunque estos marcos tienen caracteres vinculantes diferenciados, todos ellos aplican los principios de la Agenda 2030 para la región latinoamericana y caribeña.