Observaciones del Secretario General en el encuentro de prensa con el Ministro de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa
Las Naciones Unidas han pedido repetidamente un alto al fuego para proteger a los civiles y facilitar un diálogo político para llegar a una solución.
Foto: © Naciones Unidas
Señoras y señores de la prensa,
Como Secretario General de las Naciones Unidas, vine a Moscú como mensajero de paz.
Mi objetivo y mi agenda están estrictamente ligados a salvar vidas y reducir el sufrimiento.
Tuve un diálogo muy franco con el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, y está claro que hay dos posiciones diferentes sobre lo que está sucediendo en Ucrania.
Según la Federación Rusa, lo que se está realizando es una operación militar especial con los objetivos anunciados.
Según la ONU, en línea con las resoluciones aprobadas por la Asamblea General, la invasión de Ucrania por parte de Rusia es una violación de su integridad territorial y contraria a la Carta de las Naciones Unidas.
Pero tengo la profunda convicción de que cuanto antes pongamos fin a esta guerra, mejor, para el pueblo de Ucrania, para el pueblo de la Federación Rusa y para los que están más allá.
Las Naciones Unidas han pedido repetidamente un alto al fuego para proteger a los civiles y facilitar un diálogo político para llegar a una solución.
Hasta ahora, eso no ha sido posible.
Hoy, al otro lado del Donbás, se libra una violenta batalla con muerte y destrucción.
Muchos civiles están siendo asesinados y cientos de miles de personas se encuentran en condiciones de riesgo vital, atrapadas por el conflicto.
Me preocupan los repetidos informes de violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos y posibles crímenes de guerra. Esto requiere una investigación independiente para una rendición de cuentas efectiva.
Necesitamos urgentemente corredores humanitarios que sean realmente seguros, efectivos y que todos respeten, para evacuar a los civiles y brindar la asistencia que tanto necesitan.
Con ese fin, he propuesto la creación de un Grupo de Contacto Humanitario, que reúna a la Federación Rusa, Ucrania y las Naciones Unidas, para buscar oportunidades para la apertura de corredores seguros, con cese de hostilidades locales, y para garantizar que sean realmente eficaces.
Al mismo tiempo, reconocemos que enfrentamos una crisis dentro de una crisis en Mariupol.
Miles de civiles necesitan urgentemente asistencia humanitaria para salvar vidas, y muchos, evacuación.
Las Naciones Unidas están listas para movilizar plenamente sus recursos humanos y logísticos para ayudar a salvar vidas en Mariupol.
Mi propuesta es un trabajo coordinado de las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las fuerzas de Ucrania y la Federación Rusa para permitir la evacuación segura de aquellos civiles que quieren salir, tanto de la planta de Azovstal como en la ciudad, en cualquier dirección que eligieran, y entregar la ayuda humanitaria requerida.
No se trata solo de lo que está sucediendo en Ucrania, ya que estamos viendo ondas de choque en todo el mundo.
La dramática aceleración del aumento de los precios de los alimentos y la energía, que ya se estaba produciendo en el último año, está causando un enorme sufrimiento a cientos de millones de las personas más vulnerables en todo el mundo. Esto se suma al impacto de la pandemia de COVID-19 y el acceso desigual a los recursos para la recuperación, que penaliza particularmente a los países en desarrollo de todo el mundo.
Por ello, cuanto antes se establezca la paz, mejor, por el bien de Ucrania, Rusia y el mundo.
Y es muy importante, incluso en este momento de dificultad, mantener vivos los valores del multilateralismo.
Necesitamos un mundo que sea multipolar, con instituciones multilaterales, y esas instituciones multilaterales deben acatar la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, reconociendo la plena igualdad entre los Estados. Esperamos que sean un instrumento que nos permitirá, una vez más, unirnos como humanidad y enfrentar los dramáticos desafíos que tenemos por delante, desde el cambio climático hasta las epidemias y muchos otros y en la que la única guerra que deberíamos es contra aquellos que ponen en riesgo al planeta.