Los sabores del Chaco a su mesa
Una sabrosa historia de éxito que refleja el esfuerzo de emprendedoras chaqueñas
Un grupo de emprendedoras indígenas y rurales del Chaco Paraguayo junto con facilitadoras de la Asociación Sombra de Árbol y otros aliados, compartieron sus logros alcanzados en la producción y comercialización de productos elaborados a partir del algarrobo, el mistol y otros frutos del monte chaqueño.
Ellas vienen de las aldeas de Samaria y Jope de la comunidad Yalve Saanga (Pueblo Indígena Nivaclé), la comunidad Ñu Guasu (Pueblo Guaraní Ñandeva), así como a la zona rural de Pozo Hondo (Boquerón). El sábado dieron a conocer lo que hacen e invitaron a valoriar y degustar las exquisiteces que producen con sus propias manos.
Rogelia Pérez, de la aldea Samaria, del pueblo indígena Nivaclé, integrante de esta red de mujeres, expresó muy conmovida:
“El proyecto nos brinda muchos beneficios, como alimentos nutritivos y saludables para consumir y para la venta. Experimentamos el resultado del trabajo como la elaboración de la harina de algarroba. Para mí es un gran valor tener un lugar donde trabajar como grupo de mujeres para recuperar y valorar el consumo de los frutos del monte. Queremos seguir luchando a pesar de las dificultades como la sequía y los problemas de salud”.
Por su parte, Fátima Arias, una de las referentes indígenas de la comunidad Ñu Guasu, indicó:
“Este proyecto es demasiado importante para nosotras, porque nos ayuda a recuperar nuestra cultura, a través de la recolección del algarrobo. Hoy les traemos la harina de algarroba, resultado de todo este proceso que pudimos lograr gracias al apoyo que recibimos en todo momento”.
Uno de los objetivos centrales del proyecto es fomentar la valoración y el manejo sostenible de los recursos naturales del Chaco, con énfasis en los algarrobales, y otras especies con frutas silvestres de la región, apoyando iniciativas liderada por mujeres con innovación e inclusión social.
¿Dónde encontrar estos productos?
Samu’u Tiendita, Caballero 773 casi Fulgencio R. Moreno
Loccom, Santísimo Sacramento 1573 casi Prof. Cesar Samaniego
Café de mistol: Verena Friesen (0981)176 046
Harina de algarroba, ají del monte y mermelada de tuna:
Rogelia Pérez (0982) 515 710
Fátima Arias (0984)735 845
Adeline Friesen (0981)114 655
Este programa cuenta con un comité directivo nacional conformado por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Secretaría Técnica de Planificación y Desarrollo Económico, el Instituto Forestal Nacional, la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI), la Red Pojoaju y la Red de Entidades Privadas al Servicio de los Pueblos Indígenas.
Las mujeres ya venían elaborando productos a partir de insumos autóctonos de la zona. Articularon esfuerzos durante un año y medio en el marco del proyecto “Mujeres Chaqueñas en Red: nuestro bosque, nuestros saberes y el futuro en nuestras manos”, que les ayudó a fortalecer el cuidado, procesamiento y comercialización con criterios de sostenibilidad económica, ambiental y social.
La iniciativa es ejecutada por la Asociación Sombra de Árbol en alianza con otros actores locales y cuenta con el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"Este proyecto nos ayudó a organizarnos. Ahora somos 30 mujeres que estamos trabajando con el algarrobo; antes hacíamos la harina, pero de forma más precaria porque teníamos que usar el mortero y ahora ya tenemos un equipo para moler y obtener nuestra harina. Es mucho más rápido”, expresó Fátima Arias, referente indígena de la comunidad Ñu Guasu.
Algunos de los productos que elaboran son harina de algarroba, café y la delicada mermelada de mistol. Parte de su producción la comercializan con la empresa Tucosfactory, que forma parte también de la red de trabajo.
La empresa ofrece al mercado estos productos que se suman a la mermelada de tuna, ají del monte, galletitas de algarrobo, y otros alimentos que ya pueden ser ser adquiridos en las tiendas de comestibles de Paraguay.
“Este año a causa de la sequía no hubo mucho algarrobo, pero destacamos que hoy ya estamos más equipadas y capacitadas para obtener la harina" . Señaló Fátima Arias de la comunidad Ñu Guasu quien destacó que además ya cuentan con un lugar físico e incluso movilidad para autogestionarse.
La valoración de las especies nativas
Uno de los objetivos centrales del proyecto es fomentar la valoración y el manejo sostenible de los recursos naturales del Chaco, con énfasis en los algarrobales, y otras especies con frutas silvestres de la región, apoyando iniciativa liderada por mujeres con innovación e inclusión social. Las vainas del algorrobo o algarroba se utilizan para fabricar la harina.
Según un estudio realizado por un grupo de científicos de La Plata, Argentina, esta harina es apta para celíacos: "Esta presenta propiedades químicas y nutricionales interesantes: alto contenido de azúcares solubles, fibra dietaria, polifenoles y actividad antioxidante, como también de minerales, especialmente calcio, hierro y cinc; como también ausencia de prolaminas.
Todas estas propiedades la convierten en un ingrediente adecuado para la elaboración de bocaditos dulces aptos para celíacos. Utilizando esta harina como aglutinante junto con azúcar y miel, e incorporada en niveles menores al 35%, se obtuvieron bocaditos dulces que presentaron en comparación al resto de las formulaciones, una masticabilidad intermedia y que fueron muy bien aceptados por los consumidores".
Fuente: https://core.ac.uk/download/pdf/80367679.pdf
Otras fuentes: https://cifca.agr.una.py/novedades/el-algarrobo-como-alternativa-para-s…
La iniciativa es ejecutada por la Asociación Sombra de Árbol en alianza con otros actores locales y cuenta con el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La ampliación de la gama de productos que se pueden elaborar con harina de algarroba redundará en una mejora de las economías regionales como consecuencia del agregado de valor. También tiene un gran impacto en la vida de estas mujeres, que gracias a este emprendimiento pueden aumentar sus ingresos e invertir en elementos e infraestructura necesarios en la comunidad.
El programa cuenta con un comité directivo nacional conformado por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Secretaría Técnica de Planificación y Desarrollo Económico, el Instituto Forestal Nacional, la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI), la Red Pojoaju y la Red de Entidades Privadas al Servicio de los Pueblos Indígenas.
Agradecemos al Programa de Pequeñas Donaciones y al equipo de comunicación del PNUD por los materiales que sirvieron para confeccionar esta nota.