En primera persona: A través de la diplomacia y el diálogo podemos solucionar nuestras diferencias
Un grupo de delegados de varias carreras y universidades participaron en un simulacro organizado por American Spaces
Por Jhonatan Jesús Candia Osorio, participante de AS MUN 2023
Mi participación en el Modelo de Naciones Unidas de la ONU (MUN) en la Asamblea General, donde se debatió sobre cómo abordar el cambio climático, la degradación de los bosques y la reforestación, fue una experiencia enriquecedora que destacó la importancia de la preparación, el conocimiento y la diplomacia en la toma de decisiones a nivel internacional. Es importante resaltar cómo el conocimiento de los acuerdos internacionales, la habilidad para negociar y el respeto a la diversidad cultural desempeñaron un papel crucial en el éxito de los debates.
Participar en un MUN requiere una preparación exhaustiva, y esta no fue la excepción. Antes del evento, dediqué tiempo a estudiar las cláusulas del Acuerdo de París de 2015, el Protocolo de Kyoto de 1997 y la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático de 1992, entre otros documentos relevantes. Este conocimiento profundo de los acuerdos internacionales sobre cambio climático me permitió tener una visión clara del tema y proponer soluciones efectivas durante el debate.
Además, leí detenidamente el manual del participante proporcionado por los organizadores del MUN, lo que me permitió entender cómo funcionaría la Asamblea General y cómo podríamos utilizar mociones y puntos para dirigir el debate de manera eficaz.
El debate en la Asamblea General fue altamente interesante debido a las diversas perspectivas de las delegaciones representando a diferentes países. Cada delegación defendía con pasión sus intereses nacionales y sus puntos de vista sobre cómo abordar el cambio climático. Este enfoque basado en la soberanía nacional destacó la importancia de conocer tanto la parte cultural como política de cada país representado.
En el proceso, quedó claro que el respeto y la diplomacia eran fundamentales. La multiculturalidad de la Asamblea exigía que cada participante fuera consciente de las diferencias culturales y mostrara consideración hacia ellas. La diplomacia se convirtió en una herramienta clave para superar las diferencias y encontrar soluciones viables.
La negociación desempeñó un papel esencial. Como representantes de diferentes países, tuvimos que encontrar puntos en común y superar las diferencias para llegar a acuerdos. Esta parte del proceso requería no solo conocimientos de leyes internacionales, sino también habilidades de negociación y una comprensión profunda de las estrategias diplomáticas.
Logramos negociar con países desarrollados y en desarrollo, un desafío que reflejaba la complejidad de la situación global en relación con el cambio climático. Finalmente, después de intensos debates y negociaciones, logramos aprobar una resolución que abordaba de manera efectiva la problemática.
Aunque el MUN es un juego de roles y las confrontaciones pueden ser intensas durante las sesiones, al final del día, lo que prevalece es la construcción de relaciones personales. En cuestión de horas, forjé amistades sólidas con delegados de diversos países. Más allá de los intereses nacionales y las diferencias ideológicas, compartimos un profundo respeto y aprecio mutuo por nuestras perspectivas y experiencias únicas.
Experiencias como la participación en el Modelo de Naciones Unidas me han brindado una valiosa perspectiva sobre mi futuro como diplomático y me han permitido aplicar lo aprendido en mi carrera de Relaciones Internacionales de manera práctica. Me ha enseñado que la teoría y las negociaciones escritas pueden convertirse en realidad, en cuestión de segundos en el mundo real de la diplomacia. Además, he llegado a comprender que, como diplomático, no solo represento a mi país, sino que también represento a personas que enfrentan desafíos similares o incluso mayores que los de mi nación de origen. Mi misión como mediador es esencial, ya que la diplomacia no solo trata de buscar soluciones en beneficio propio, sino también de encontrar compromisos que beneficien a todas las partes involucradas. Estas vivencias me han brindado una profunda apreciación de la importancia de la empatía y la colaboración en la arena internacional, cualidades esenciales para un futuro diplomático comprometido con la construcción de un mundo más equitativo y sostenible.
A través de la diplomacia y el diálogo, logramos superar nuestras diferencias y aprobar una resolución significativa. Pero más allá de los logros académicos, lo más valioso fue la amistad que surgió entre delegados de todas partes del país, recordándonos que, en última instancia, todos compartimos la responsabilidad de cuidar de nuestro planeta y trabajar juntos por un futuro sostenible.
*Jhonatan fue elegido mejor delegado por los organizadores de AS MUN 2023
Agradecemos a American Spaces, y en especial a la Biblioteca Roosevelt por apoyar esta actividad de formación de jóvenes.
Agradecemos a la señorita Ruth Urunaga de MUN Academy for su contribución a la organización de este exitoso Modelo ONU.