Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres
En este Día Internacional de la No Violencia, conmemoramos no solo el nacimiento de Mahatma Gandhi, sino también los valores intemporales que defendió: el respeto y la comprensión mutuos, la justicia, y el poder de la acción pacífica.
Nuestro mundo se enfrenta a graves dificultades: desigualdades crecientes, tensiones que van en aumento, proliferación de los conflictos, y empeoramiento del caos climático.
Vemos también cómo se hacen más profundas las divisiones dentro de los países, y cómo la democracia se ve amenazada y el discurso de odio y la intolerancia van en auge.
Podemos superar estas aflicciones y trazar el rumbo hacia un futuro más brillante y pacífico.
Podemos hacerlo si entendemos, como entendía Gandhi, que la magnífica diversidad de nuestra familia humana es un tesoro, no una amenaza.
Si invertimos en cohesión social y fomentamos el valor de llegar a acuerdos y la determinación de cooperar.
Si nos aseguramos de que todos nosotros, con independencia de condición, origen, circunstancia o fe, podamos vivir con dignidad, oportunidades y derechos.
Si nos unimos en torno a nuestra humanidad común.
Recordemos el sabio consejo de Gandhi: “Nuestra capacidad para alcanzar la unidad en la diversidad será la belleza y la prueba de nuestra civilización”.
Prestemos hoy atención a sus palabras y volvámonos a comprometer con este propósito esencial.