Una infancia truncada: tres historias sobre el embarazo en adolescentes en Paraguay
En Paraguay, una de cada 20 adolescentes viviendo en la pobreza ha tenido un bebé antes de los 15 años.
A nadie pareció importarle que Noelia* tuviera novio. Nadie de su familia dijo una palabra, aunque su novio tenía 18 años y ella solo 13.
Cuando Noelia fue a ver a la cardióloga que la había atendido desde su nacimiento a través de un servicio de salud pública, la médico le explicó los riesgos de un embarazo, pero no cómo prevenirlo. Aunque su madre la acompañó a las citas médicas y conocía la relación de su hija, ella no expresó ninguna preocupación. En la escuela nadie le enseñó nada sobre abuso sexual ni métodos anticonceptivos.
Pronto Noelia dejó de ir a la escuela. Después dejó de ir al servicio de salud. Estaba embarazada.
A los seis meses de embarazo, Noelia fue ingresada de urgencia en el hospital por una insuficiencia cardiaca congestiva. Tanto Noelia como su feto perdieron la vida.
Uno de cada cuatro casos de mortalidad materna en Paraguay corresponde a una adolescente de entre 10 y 19 años. Las chicas de 15 a 19 años que quedan embarazadas en Paraguay se enfrentan al doble de riesgo de mortalidad materna, mientras que para las niñas de 10 a 14 años el riesgo se cuadruplica. Los bebés nacidos de madres adolescentes también tienen un 50 por ciento más de probabilidades de morir durante su primer año de vida.
Aunque se han logrado algunos progresos, la tasa de fecundidad adolescente del país sigue siendo la más alta del Cono Sur, con 72 nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años. Esta tasa es un 50 por ciento más alta en áreas rurales y 2.5 veces más alta entre las adolescentes indígenas.
Con una de las tasas de mortalidad materna más altas de la región, unida a elevados índices de pobreza y desigualdad, el embarazo en adolescentes representa un desafío urgente para las comunidades y las familias de Paraguay (lamentablemente a menudo, con consecuencias fatales para las adolescentes).
Isabel*
Uno de cada cuatro casos de muerte materna en Paraguay es una adolescente entre 10 y 19 años. © UNFPA Paraguay
Isabel tenía 13 años cuando quedó embarazada. Aunque el hombre que vivía con ella tenía 40 años, nadie denunció la situación como abusiva.
Cuando llegó el momento del parto, Isabel enfrentó complicaciones y fue sometida a una cesárea. En medio de la operación, su corazón se detuvo.
Las elevadas tasas de embarazo en adolescentes son en gran medida consecuencia de limitaciones en los servicios de salud sexual y reproductiva y de la ausencia de educación integral de la sexualidad en el sistema educativo formal. Sin los recursos adecuados, las comunidades carecen de las herramientas necesarias para proteger a las niñas y adolescentes del daño. Como resultado, las adolescentes a menudo tienen la presión de casarse y tener hijos: en 2017, casi el 40 por ciento de niñas menores de 15 años en Paraguay que dieron a luz estaban en una unión.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la agencia de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, está trabajando para aumentar la disponibilidad de información culturalmente sensible sobre derechos sexuales, anticonceptivos y otros métodos de planificación familiar para grupos en condiciones de vulnerabilidad de Paraguay, incluyendo las adolescentes, las comunidades rurales y personas que viven en la pobreza.
Como resultado de un proyecto de tres años, que se desarrolló de 2017 a 2020 con el apoyo del UNFPA y el Gobierno de India, el Gobierno de Paraguay ha establecido un programa nacional para abordar el abuso sexual y el embarazo en adolescentes en el país. La iniciativa está liderada por el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de la Niñez y Adolescencia, el Ministerio de Educación y Ciencias y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Miriam*
El acceso a educación integral de la sexualidad es crucial para asegurar que las personas adolescentes comprendan su derecho a la autonomía corporal. © UNFPA Paraguay
Cuando los funcionarios de salud pública visitaron la casa de Miriam, su abuela les dijo que no pasaba nada. Habían empezado a circular rumores sobre el bienestar de Miriam, pero su abuela negó que fueran ciertos.
Los mismos funcionarios de salud pública visitaron a Miriam en la escuela. Miriam no estaba bien, pero su abuela dijo que no había de qué preocuparse. Su condición empeoró y pronto la remitieron al hospital público con síntomas que sugerían un aborto inseguro.
Miriam murió en cuidados intensivos 52 días después, justo al cumplir 14 años. Nunca se descubrió quien abusó de ella ni quien la obligó a abortar.
En todo el mundo, el 55 por ciento de los embarazos no intencionales entre las adolescentes de 15 a 19 años terminan en abortos, muchos de ellos inseguros. El aborto inseguro es una de las principales causas de mortalidad materna, especialmente entre las adolescentes, pero esto puede ser prevenido garantizando que las comunidades tengan acceso a servicios adecuados de planificación familiar, educación integral de la sexualidad, e información culturalmente sensible sobre la prevención de la violencia basada de género y otros daños.
El UNFPA trabaja para reducir el embarazo en adolescentes en Paraguay y mantener a las niñas a salvo de la explotación y el daño. Las niñas tienen derecho a tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su salud reproductiva. Cuando salvaguardamos el derecho a la salud sexual y reproductiva para todas las personas, las niñas pueden alcanzar su pleno potencial y ayudarse a sí mismas, y a sus sociedades, a prosperar.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para actuar: “Tanto en el mundo virtual como en el real, todos los espacios deberían estar libres de violencia de género. En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, volvamos a comprometernos con acciones concretas que protejan a las mujeres y las niñas en toda su diversidad. Volvamos a comprometernos a construir un mundo más justo, inclusivo y equitativo, y en el que las mujeres y las niñas puedan vivir en paz.”
(Materiales proporcionados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Paraguay).
Esta historia fue reproducida por la página central de las Naciones Unidas el 29 de enero de 2024.
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*Los nombres reales fueron cambiados por motivos de seguridad y privacidad