Con la Madre Tierra en el corazón: Pueblos Indígenas mapean su territorio en Mbaracayú

En conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, celebramos un hito en la defensa de los derechos ambientales y culturales de los Pueblos Indígenas.
El Mapeo Participativo Ambiental realizado en la Reserva de la Biosfera del Bosque Mbaracayú culminó con éxito un proceso de consulta libre, previa e informada con tres comunidades de los pueblos Aché y Avá Guaraní, de acuerdo con los principios de la autodeterminación y el cuidado del territorio ancestral.
Coordinada por la UNESCO, en alianza con la Fundación Moisés Bertoni y con el acompañamiento técnico y legal del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), esta iniciativa pone en práctica un enfoque basado en derechos, reconociendo a los Pueblos Indígenas como guardianes fundamentales de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
El proceso de consulta se desarrolló de forma respetuosa, transparente y participativa, garantizando que las comunidades involucradas pudieran comprender plenamente el alcance de la iniciativa, expresar sus inquietudes y tomar decisiones informadas. Este consentimiento es una herramienta esencial para asegurar que el mapeo territorial refleje las prioridades, conocimientos tradicionales y visiones de futuro de los pueblos Aché y Avá Guaraní.
El mapeo participativo territorial es una herramienta que permite a las comunidades indígenas representar su territorio de acuerdo con su propia cosmovisión, prioridades y conocimientos tradicionales. A través de caminatas territoriales, talleres intergeneracionales, uso de tecnología geoespacial y trabajo colaborativo, se identifican sitios sagrados, recursos naturales, áreas de uso tradicional y límites comunitarios. Este proceso no solo genera mapas físicos, sino que también fortalece la memoria colectiva, el sentido de pertenencia y las capacidades locales para la gestión sostenible de sus territorios.
Reconociendo la sabiduría ancestral
Los Aché, tradicionalmente recolectores y cazadores del Bosque Atlántico, y los Avá Guaraní, con una profunda relación espiritual y simbólica con el monte y el agua, poseen conocimientos fundamentales para la conservación de los ecosistemas de la región. A través del mapeo participativo, se recuperan saberes sobre sitios sagrados, fuentes de agua, senderos tradicionales, biodiversidad y dinámicas socioterritoriales, fortaleciendo su rol como actores clave en la gobernanza ambiental.
La Reserva de la Biosfera del Bosque Mbaracayú, ubicada en la Cuenca Alta del Río Jejuí, representa uno de los últimos remanentes continuos de la Selva Paranaense, parte del corredor biológico de la Mata Atlántica, considerado un punto caliente de biodiversidad a nivel mundial. En su interior se encuentra el Centro Educativo Mbaracayú, una institución que forma a jóvenes mujeres rurales e indígenas como líderes del desarrollo sostenible, ampliando el impacto positivo de esta experiencia más allá de lo ambiental.
Madre Tierra, Territorio Vivo
En este Día de la Madre Tierra, la experiencia del mapeo participativo en Mbaracayú nos recuerda que los territorios son territorios vivos, tejidos por culturas, lenguas, memoria, espiritualidad y naturaleza.
Reconocer, respetar y fortalecer los derechos de los Pueblos Indígenas es una vía indispensable para enfrentar la crisis climática y ambiental desde una perspectiva verdaderamente transformadora.
Conocé más sobre esta historia y sus protagonistas:
Gracias al proceso de consulta libre, previa e informada, las comunidades Aché y Avá Guaraní identificaron sus principales intereses y prioridades para las próximas etapas del proyecto. El año pasado, entre agosto y noviembre de 2024, se desarrollarán actividades de capacitación y mapeo territorial adaptadas a estos objetivos comunitarios. Esta etapa será posible gracias al apoyo de la iniciativa Red para la Tierra de la UNESCO y del Gobierno de Italia, que permitirán al equipo técnico brindar formación en tecnologías de información geográfica (SIG), derechos de los pueblos indígenasy planificación participativa.
La siguiente fase involucra jornadas de formación, planificación comunitaria y preparación logística, sentando las bases para un mapeo significativo, con enfoque de derechos y liderado por las propias comunidades.