Sistemas alimentarios y COVID-19 en América Latina y el Caribe: Impacto y riesgos en mercado laboral N° 5
El sector agroalimentario es clave en América Latina y el Caribe en términos de su aporte a la economía y a la generación de empleo. De ahí que la interrupción del normal funcionamiento de los sistemas alimentarios puede tener consecuencias severas en los niveles de pobreza y seguridad alimentaria.
Aun cuando ha pasado poco tiempo desde que se presentó el primer caso de COVID-19 en la región, y las fluctuaciones en el empleo agroalimentario no son extremas, no podemos confiarnos: tenemos que seguir monitoreando los indicadores sobre empleo en el sector. Solo así podremos identificar los riesgos y desafíos e implementar medidas tempranas y oportunas. Conviene subrayar que cualquier medida que se tome para asegurar su eficacia y eficiencia en la mitigación de la crisis sanitaria y económica, debe contemplar las particularidades del sector, como lo son los grupos de vulnerabilidad laboral.
El sector agroalimentario es muy intensivo en mano de obra, por lo que es esencial para la economía regional.
• Aun cuando es pronto para medir el impacto del COVID-19 en el mercado laboral en la región, se pude apreciar, en relación al año pasado, una leve tendencia a la baja en los primeros meses del 2020. Por lo tanto, es necesario seguir evaluando los indicadores relacionados al empleo, más cuando se acerca una época de alta demanda laboral para algunos países.
• La menor disponibilidad de datos a causa de las medidas restrictivas, que afecta a los funcionarios del Estado, supone un nuevo desafío para los tomadores de decisión a la hora de diseñar políticas basadas en evidencia.
• El sector alimentario es uno con riesgo medio a los impactos del COVID-19, al ser considerado esencial para la gran mayoría de los gobiernos. Sin embargo, si las medidas restrictivas continúan y se acentúa el impacto económico, el sector se verá probablemente afectado.