Defensoras de la identidad y de la vida: somos visibles, II Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas del Paraguay
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El II encuentro se realizo en Asunción en la Casa de Retiro Emaús, Luque 3, 4 y 5 de diciembre de 2019 Articulación de Mujeres Indígenas de Paraguay (MIPY) Publicación realizada con la colaboración del Centro de Documentación y Estudios (CDE) y la Articulación Feminista Marcosur (AFM), con el apoyo de UNICEF y la Unión Europea.
“Vengan, seamos felices, soltemos alas” Con esta invitación de un ancestral rezo esperanzador, expresada en un ritual de inicio, se dio comienzo al II Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas de Paraguay, una cita que se había tornado impostergable a cinco años del I Encuentro Nacional, cuando mujeres indígenas de diversos pueblos decidieron caminar juntas y organizadas. Esta vez, como en aquel 2014, también hubo un gran esfuerzo para concretar el nuevo llamado a un aty guasu y para crear el espacio que genere la alegría del reencuentro, compartiendo e identificando, desde una mirada colectiva, las causas por las cuales es posible luchar en conjunto y definir el camino a seguir o a desandar para alcanzar antiguos y nuevos anhelos. Además, era necesario crecer como organización, empoderarse e incidir en las políticas públicas diseñadas en nombre de las mujeres indígenas y de sus comunidades.
Así comenzó esta nueva reunión de tres días, cuya cristalización se produjo por impulso de la Articulación de Mujeres Indígenas de Paraguay (MIPY), organización que había cobrado cuerpo durante el encuentro de 2014. Con ayuda de varias organizaciones fraternas, las integrantes de MIPY convocaron a sus compañeras de ambas regiones del país en la Casa de Retiro Emaús, en Luque (departamento Central), los días 3, 4 y 5 de diciembre de 2019. Este segundo encuentro se realizó con el apoyo de UNICEF, ONU Mujeres, el Centro de Documentación y Estudios (CDE), la Articulación Feminista Marcosur, la Unión Europea y FAO. Lideresas, sabias ancianas, madres, cacicas y, en esta ocasión también un grupo de niñas y adolescentes, se reunieron con el afán de conversar entre todas sobre la realidad de lo que implica ser indígena, mujer y joven como parte de alguno de los 19 pueblos existentes en un país que se reconoce en la Constitución Nacional como nación pluriétnica y multicultural. Fueron tres jornadas de interrelación, de trabajos en grupo, de intercambio, de diagnóstico de la realidad que toca vivir. Todo fue puesto en común por medio de denuncias, reclamos y propuestas de compromiso. Los ejercicios fueron enriquecidos con la experiencia de compañeras venidas de Colombia y Uruguay que compartieron sus vivencias, luchas, así como sus pequeños y grandes logros